Mucha mierda y madrugada
que nos mire.
caen tangos desde el piso
tercero de la calle del
Ejército esquina de Domeyko.
El ceño de mujeres que
llevan su ruina en bolsas
de feria rumbo al sur.
La tanta desnudez del
agrietado pavimento.
Hay otro viento que alimenta
los misterios de esta
casa a medio deshacer.
La sombra del tonto campanario
nos encontró la yugular.
El niño celeste
nos vende sus zapatos.
La madre despeinada
quiere que de pronto
sea demasiado tarde.
Pasan una tras la otra
micros que se niegan
a recibirnos como pasajeros.
Mucha madrigada y
mucha mierda
y un tango yugular que ofrece
pan para el veneno.
La perra y su gorrión
se afirman
en una danza de gusanos
manchados por su
soledad almidonada.
Hay que bajar al
cielo de rodillas
donde las animitas se
desangren por unos billetes.
La página central que tapa
nuestro muerto
dice que ya se hace tarde:
los obispos nos cambiaron
por botellas.
El falso ovni de la noche
ya llega saludando a sus
vecinas.
Tenemos que ladrar para
que crean.
Había que aprender a
aprovechar el sol.
Yo me alimento con
los gritos de tu espejo
La mucha mierda
canta un tango conocido
una milonga radioactiva
que la viene a ver
Hay unos inmigrantes del Perú
que rezan en silencio
El paraíso agranda las
heridas hasta el horizonte
Nadie se aburre
de ser destrozado por el Metro
La vida cabe en estos discos
que dejaron de sonar
Quiero saber si me encontré
contigo o era apenas
otra aparición
El ángel fue juntando sus
retazos y apenitas pudo
se nos echó a volar
Tuvo que ser verdad lo de
las otras madrugadas:
yo acribillé mi piel
con verbos tuyos
T ahora hay que limpiar
el río de las niñas:
no vaya a ser cuestión
que vuelva el cuco
Yo quiero estar allí
cuando se desangren
a la santa.
Su corazón de lata
nos manda esta señal
La profecía del amor
delata a sus devotos
Yo vengo entre las llamas
de San Diego donde hay
un mar de bicicletas
Quiero sacar mi
nombre de esos diarios
Yo me tejí esta luz
Yo vine a amar en serio
Yo tengo que saltar en las
esquinas
Mi tango es mucha mierda
y un pacto de cuchillos
Reconocer la carne
nos puede liberar
La lucidez a veces
es música de buitres
Yo cuento y cuento gotas
que degüellan mi canción
Hay un futuro
que ni sabe
de nuestras graciosas vidas
Sólo algún tango será dicho
entre la mierda y un
silencio de montañas
contagiosas
El valle está partido en
diez bellos pedazos
Así nos quedan besos
que amanecen
Bailar manos en alto
y vomitar a media voz
Nos queda ruido blanco
para cerrar bien nuestra puerta
Que nadie salga a regatear
lo que salvó
Somos reyes sin apuro
Anoche ya es posible
Traigan la copa de los padres
a ver quién saltará más alto aún.
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