jueves, 14 de agosto de 2014

Mientras miraba la vitrina



Mientras miraba la vitrina la señorita se me acercó y me preguntó qué se me ofrecía

Sin pensarlo dije «nada»


Luego caminé

caminé 40 cuadras al hilo

y en la cuadra número cuarenta y uno

me seguía repitiendo


«nada»

«nada»

«nada»

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