lunes, 8 de septiembre de 2014

Opulencia



El graffitti lleva ya bastante tiempo en ese muro. El suficiente como para lucir algo desteñido y disuelto en el cansancio de meses, años casi. Y recién ahora se me ocurrió fotografiarlo, como reflejo de las miradas que confluyen en este barrio.

El mensaje está escrito sobre el muro exterior de un edificio. Una construcción igual a muchas que poco a poco van poblando el barrio. Algo estandarizados, representan la imagen del boom inmobiliario que le ha dado nuevas formas a nuestra ciudad. Y nuevos habitantes.

El rayado callejero denuncia una supuesta opulencia, que en breve será vuelta escombros por algún tipo de fuerza. Suponemos que el escribidor forma parte de esa energía social demoledora.

¿A qué opulencia alude? ¿La de los habitantes de edificios como el que soporta este escrito? Como habitante de uno de ellos, puedo dar fe de la opulencia. Los que somos dueños, estamos endeudados por décadas, así que la riqueza mencionada debe ser la de los tenedores de esa deuda. No son pocos los departamentos arrendados a gente de alta rotación: duran apenas unos meses, agobiados por el costo de la vida y temas similares. También abundan los estudiantes, que solventan gastos viviendo en comunidad. En fin. Supongo que para más de alguno eso es opulencia.

También son frecuentes los inmigrantes que habitan en medio de esta abundancia. Peruanos, colombianos, ecuatorianos y muchas otras nacionalidades, son protagonistas del esplendor amenazado por el agudo grafitero.  


El recuerdo de esta mensajería mural urbana me apareció hace un tiempo, cuando en medio de una marcha, un edificio de unas cuadras más allá, fue atacado por el sector más violento de los manifestantes. Ahí hubo un intento declarado por reducir a ruinas la superabundancia. Quizás de eso se trata.

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