Ahora le entran a buscar con policías y
descerrajamiento.
Dejó de pagar la última cuota de lo que le debe
al banco más endeudado de La Patria.
“Mi papá no está” dice, grita, ruega.
“No importa”
“Nos llevamos tu televisor”
“Nos llevamos esto y aquello”
“Buenas tardes”
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